Podemos dedicarnos a hacer lo que amamos... ¡Qué delicia! Estoy viva, tengo tiempo. Si soy sincera, no tengo muy claro qué es lo que estoy buscando. Nunca he sentido que encajo completamente, y no lo digo desde una posición de incomodidad. Encajar nunca ha sido una prioridad para mí, como sucede con la mayoría de introvertidos. Nunca he hecho un esfuerzo por ser aceptada en un grupo o gremio o etiqueta, ni siquiera en el grupo de los que no encajan.
Le diría a mi pequeña Ori que hay también mucho valor en ello, en las interacciones sociales, en la sensación de comunidad. He sido afortunada de tener esos momentos de comunión con otras personas con corazones bondadosos y brazos abiertos. En círculos de canto, en conciertos con otros músicos, en clases maestras, en talleres de teatro, danza, o zen, en cursos virtuales... ¡Tal vez sí encaje! Somos muchos los que vamos por la vida en viajes solitarios, en búsquedas personales, en aprendizajes individuales.
La dicha que produce perderse en conceptos, entender cosas del mundo solo por diversión, sin pretensiones de utilidad, sin pretensiones de gustar, cuestionando lo que es aparentemente bueno o políticamente correcto, en silencio, en soledad, sin necesidad de mostrarse ni rebelde, ni complaciente. Esa dicha sublime.
Pero hay otro privilegio del que poco se habla y que quisiera contárselo a mi pequeña Ori. Es más noble, más sencillo, más bonito, más sabio... Es el de ser útil.
Hace poco conocí a alguien. Nos llevábamos muy bien, disfrutábamos el tiempo juntos. Pero había algo que no me terminaba de encajar, sin saber muy bien qué. Y creo que es que su vida está resuelta. No tiene que ser productivo, no tiene que preocuparse por nada... Y no lo hace. Es increíble lo dormida que está su curiosidad y sus ganas de crecer como persona. Por eso necesita entretenerse, siempre de fiesta, siempre bebiendo licor.... y seguro más vicios... No quise conocerlo lo suficiente para descubrirlos, estamos en distintos momentos de la vida.
No me malentiendan; me gusta beber licor, ir de fiesta, y seguramente también las demás cosas... Pero si es para ahogar el tedio; creo que hay algo por revisar... ¡Una persona que no tiene que trabajar más en su vida, vive aburrido! ¡¡¡Si esa es una fantasía de todos!!!... En esta situación distópica, yo empecé a ser el salvavidas de una vida sin mucho sentido... ¡Esa es otra historia!
No sé qué estoy buscando. Sé que incluye la dicha de entender la música desde ángulos que antes no imaginaba... -todos esos placeres pequeños de los introvertidos-. Pero también incluye el privilegio de ser útil. Estudiar, viajar, pensar; para buscar nuevos tesoros, y si tengo mucha suerte, crearlos, compartirlos, y que otros los disfruten.
